REY CACHA “OROSCO TOLA”
Este es un extracto de esta leyenda la misma que fue recreada e investigada por una de los hombres que amo mucho a esta parte de nuestro Ecuador, es sin duda el Señor Jorge Ubidia Posso y en su obra “Tradición Histórica Aborigen de Andrade Marín” nos recrea esta importante leyenda de nuestros ancestros que a lo largo del tiempo ha quedado en el olvido, entonces disfrutemos de esta leyenda:
Portón de ingreso al Cementerio de Andrade Marín, ubicado sobre la cima de la “Orosco-Tola”
… Caminaría algo de siete cuadras y se aprestaba a cruzar una quebrada que queda al pie de una loma, y a unos veinte pasos antes de este cruce y ante la luz radiante de la luna y a más de esto notó una claridad que reflejaba aún más a su derredor, incómodo por no saber de dónde provenía esta luz sobrenatural y sobreponiéndose de su estado (etílico), se plantó con las manos en la cintura y se pregunta y esto qué es?, echando la mirada fija a los lados y al final dirige su mirada al sur y se da cuenta que estaba frente a la gran colina histórica "Orozco Tola" y en el centro un gran portón bien iluminado se quedó estupefacto mirando aquello no sabía qué hacer , y en lugar de seguir adelante a su casa cuando más cerca estaba, y a pesar del estado en que se encontraba a una cuadra de distancia más o menos y de súbito resuelve ir a conocer aquello que lo creía grandioso y siguió al sur por un terreno vacío y, al caminar unos cuantos pasos adentro, oh sorpresa! alcanza a divisar una hermosa gallina con muchos pollitos que brillaban como el oro, y al verlos cerca, le tentó la sana ambición de atraparlos y a tientas quería cogerlos, pero con sus cortos vuelos las aves se escapaban por algunas veces y en su loca persecución se extendía con sus lances que daba y ya parecía que los atrapaba y las aves corrían desaforadas y por escaparse de la persecución entran de sopetón por este hermoso portón y José Manuel por no perderlos de vista sin percatarse del lugar que se encontraba pero el momento de internarse más en la persecución, se le cruzan dos lanzas a su paso de lado a lado por dos corpulentos centinelas en pose de firmes vigilaban el gran portón de entrada al Palacio, Y tu dónde vas?... contesta... "voy...donde amito patrón, quiero saludar y obsequiar esta gallinita con todos esos pollitos, yo... patronitos he de estar calladito... humilladito sin decir nada, solo saludar amito "Rey Cacha"..." Si es así que te portes bien... entra de lo contrario serás castigado" ... sigue; uno de los guardianes guió a José Manuel a la segunda puerta labrada que hacía de mampara, atravesando un corto pero lujoso túnel, en cuya puerta o mampara pendía de manera aislada un disco de metal, al acercarse nuestro personaje oía melodías musicales en el interior del palacio, el guerrero que lo guió, tocó el disco con un toilete de honta y a su eco sonoro salieron del interior dos guerreros edecanes del Rey Cacha lujosamente ataviados con pectorales y coronas de hermosos plumajes, estos al ver la presencia de José Manuel allí, uno de ellos se encargó de dar parte al Rey Cacha si permitía esta visita inesperada, a la que el Rey dio un gesto, de aceptación, con esta respuesta Real José Manuel entró con dichos guerreros y, al paso en dirección al trono del Rey se dio cuenta que se encontraba en un Palacio deslumbrante, las paredes eran forradas de oro con dibujos indígenas resaltando finos relieves de plata, el piso de las distintas y majestuosas dependencias incluyendo los zócalos lucían con incrustaciones de adoquines de plata con filetes de oro; al cielo raso, fue tal su magnificencia con sus relieves y sus aristas polieramos con un fondo de oro y sus filetes de plata con incrustaciones de piedras preciosas que, a través de la gran iluminación se transformaba en un relumbrón que la vista de nuestro personaje no alcanzaba a divisar, había un sinnúmero de asientos de honta forrados de una brillante tela púrpura donde descansaban plácidamente bellísimas indias vírgenes del Sol y la élite social del señorío indígena, esperando la hora de la fiesta del equinoccio.
José Manuel después de este corto recorrido, fue conducido por los dos guerreros edecanes y recibido cordialmente por el Soberano Rey Cacha que se encontraba ocupando el trono "real", a lo que José Manuel con los brazos levantados todos en alto y las piernas algo separadas (como para afirmarse mejor) se arrojó de rodillas al piso encorvando el busto con los brazos extendidos y la cabeza baja, a la vez reincorporándose y con todo el ánimo que pudo le expresó: "Yo José Manuel Sani tener mucho gusto saludar a voz taita amitu nuestro Rey y también hablo por mis hermanos indígenas que somos "hartos" gobernados por Voz, pidiendo de por Dios taita amito que "acordés" de nosotros pobrecitos que somos solitos y abandonados, porque blancos no acuerdan para nada, nosotros trabajando sin descanso para mujer "guaguas", algo que ganamos de blancos nos descuentan en "yanapas", mingas, prendas, huasipungos con lo que "devalde" han hecho rico los patrones de fundos y haciendas, y es por todo que es poco lo que ganamos y no alcanza para nada "hace pes" algo para nosotros pobrecitos, "quita" todo esto que nos perjudican y trabajamos solo para ellos quitando el pan del día de nuestros "guaguas" "Perdona no más taita amigo Rey, éste mal hablado".
El Rey Cacha contestó amablemente a José Manuel por su correcta presentación y respeto al lugar y, a la vez con la venia afirmativa de su frente, el Rey Cacha concedió el pedido de José Manuel intercesor de sus hermanos indígenas por su liberación inmisericorde de los blancos a lo que el Rey aplaudió con todo cariño su brillante intervención y, más bien le invitó a que tome parte directa personal en la fastuosa fiesta del "Inti-Raimi" que iba a celebrarse.
Momentos antes de este diálogo "real" había partido una comitiva especial de alto nivel, hacia el palacio suntuoso de la Princesa Pacha hija del heroico Rey.
Cacha, ubicada a pocos pasos al Oriente frente a frente en la también hermosa Colina de "Pupo-Tola" y, entrando por un lujoso y deslumbrante túnel, conduce a la sede del palacio de la Princesa Pacha.
Una vez cumplida la misión de la Comitiva regresaban con la Princesa al palacio "real" de "Orozco-Tola", á pocos pasos al occidente y se integraban con su padre y la gran concurrencia de nobles, guerreros y vasallos a más de la numerosa legión de las vírgenes del "Sol-Dios".
Presentes y listos el Rey Cacha y su hija la Princesa Pacha y toda la élite imperial, seguían ascendiendo por un hermoso “caracol” lujosamente adornado y enchapado en oro, subían en un orden riguroso a la gran explanada ubicada en la cima de la majestuosa colina histórica “Orosco-Tola”, en la que tendrá lugar la gran ceremonia del “Equinoccio”, el Inti-Raimi y las vendimias, o sea un día especial señalado en los calendarios aborígenes de adoración a su “Dios-Sol”. Toda la concurrencia ocupó en orden de niveles al contorno explanada hermosa en las alturas, dando un espectáculo imponente, circundaban a su paso al tenor de una música que alteraba con las circunstancias majestuosas del momento con la presencia del primer personero imperial del Rey Cacha y la reluciente Princesa Pacha su hija la numerosa presencia de las “Vírgenes del Sol”, la presencia de los nobles y la élite social y en este orden la gran presencia de los vasallos del Rey, entre los que figuraba nuestro personaje José Manuel Sani que fue listo en coordinar todos los movimientos igual que los demás.
En este orden todos seguían un ritmo uniforme y armonioso que en plenitud, irradiaba el Dios Sol sus rayos solares a la vez exteriorizaban su "adoración' ofreciendo su acción de gracias por la abundancia de frutos que el "Dios Sol les prodigaba; y por todos estos beneficios recibidos, expresaban: Reconocemos además que todo ello se debe a tu bondad de cobijarnos con el suave manto de tu calor solar que irradias a la tierra, tonificando en ello un baño saludable que fortifica la salud y la existencia de nosotros pobres indígenas. Y así, en breves momentos se interrumpía este ritmo ceremonial con otros cambios entre danzas, cantos, bailes, y aún de rodillas con los brazos extendidos hacia arriba con las manos en pose de imploración a su "Dios" que los ve y los alumbra.
Cada ritmo especial, se distinguía por su melodía apropiada al caso, ya sea el cambio de movimiento corporal en sus extremidades o el tronco mismo del cuerpo, lucían por la uniformidad y elegancia hasta esta última magna ceremonia de las "Vendimias" cubría este ritual elevado en alto sus pequeños recipientes con frutas naturales en acción de gracias a su "padre" Sol que los miraba y abrigaba.
Antes de finalizar, hay que anotar que todo el trajinar suntuoso de este solemne festival, nuestro personaje José Manuel Sani presenció y actuó con mucha avidez todas las solemnes incidencias de este acto grandioso Fue tan inteligente, que hábilmente coordinó con todos los movimientos, cambios y cánticos de los asistentes, por lo que se mereció el aprecio y gratitud de los mismos.
Al final de esta larga e importante ceremonia ritual volverían al interior del palacio dejando atrás la gran explanada que cubre la cima en las alturas vistosas de la histórica Colina de "Orozco-Tola", que sirvió de teatro de adoración a su "Dios, padre Sol", bajaban en perfecto orden por el indicado hermoso caracol, y, antes de conducirle a la Princesa Pacha en cortejo a su palacio adjunto a pocos pasos al frente oriental, se desarrolló un sugestivo programa de despedida ante el Rey Cacha y su hija la Princesa, de parte de toda la concurrencia en el propio Palacio del rey.
Así fue, se desarrolló un selecto programa rindiendo el tributo de su homenaje de su permanente servicio, amor y lealtad a su soberano el Rey Cacha y su hija la princesa Pacha.
Al término de la fiesta, todo el "señorío" se despidió y se ausentó del palacio, y cuando estaba vacío, a cierta distancia en el salón real notaron que alguien dormía en un asiento y, al constatar de quien se trataba, había sido el "huésped de honor" José Manuel Sani, quien se había quedado profundamente dormido en su asiento.
Al verlo así el Rey Cacha ordenó que dos guardias guerreros fuesen a dejarlo en su casa que estaba cerca de allí, cosa que se cumplió fielmente, hasta entregarlo a su familia, quien al siguiente día despertó entre la mañana inquieto y sonriente al recordar su participación directa con todo el grandioso acontecimiento celebrado en la noche y día anterior, con motivo del solemne festival del Equinoccio y las Vendimias, cosa que le llenó de mucha emoción y grandes recuerdos que no cesó de contar a su familia, vecinos y cuantos amigos y particulares encontraba y éstos igualmente contaban a los suyos y cuantos amigos y parientes y así sucesivamente adelante hasta nuestra época se va propagando esta hermosa y significativa tradición histórica aborigen acaecida en nuestro solar nativo de Andrade Marín, mediante la oportuna investigación, que la final quedó al descubierto una auténtica tradición histórica que será acogida con beneplácito por el presente y la posteridad, a través de esta leyenda aborigen.
José Manuel después de este corto recorrido, fue conducido por los dos guerreros edecanes y recibido cordialmente por el Soberano Rey Cacha que se encontraba ocupando el trono "real", a lo que José Manuel con los brazos levantados todos en alto y las piernas algo separadas (como para afirmarse mejor) se arrojó de rodillas al piso encorvando el busto con los brazos extendidos y la cabeza baja, a la vez reincorporándose y con todo el ánimo que pudo le expresó: "Yo José Manuel Sani tener mucho gusto saludar a voz taita amitu nuestro Rey y también hablo por mis hermanos indígenas que somos "hartos" gobernados por Voz, pidiendo de por Dios taita amito que "acordés" de nosotros pobrecitos que somos solitos y abandonados, porque blancos no acuerdan para nada, nosotros trabajando sin descanso para mujer "guaguas", algo que ganamos de blancos nos descuentan en "yanapas", mingas, prendas, huasipungos con lo que "devalde" han hecho rico los patrones de fundos y haciendas, y es por todo que es poco lo que ganamos y no alcanza para nada "hace pes" algo para nosotros pobrecitos, "quita" todo esto que nos perjudican y trabajamos solo para ellos quitando el pan del día de nuestros "guaguas" "Perdona no más taita amigo Rey, éste mal hablado".
El Rey Cacha contestó amablemente a José Manuel por su correcta presentación y respeto al lugar y, a la vez con la venia afirmativa de su frente, el Rey Cacha concedió el pedido de José Manuel intercesor de sus hermanos indígenas por su liberación inmisericorde de los blancos a lo que el Rey aplaudió con todo cariño su brillante intervención y, más bien le invitó a que tome parte directa personal en la fastuosa fiesta del "Inti-Raimi" que iba a celebrarse.
Momentos antes de este diálogo "real" había partido una comitiva especial de alto nivel, hacia el palacio suntuoso de la Princesa Pacha hija del heroico Rey.
Cacha, ubicada a pocos pasos al Oriente frente a frente en la también hermosa Colina de "Pupo-Tola" y, entrando por un lujoso y deslumbrante túnel, conduce a la sede del palacio de la Princesa Pacha.
Una vez cumplida la misión de la Comitiva regresaban con la Princesa al palacio "real" de "Orozco-Tola", á pocos pasos al occidente y se integraban con su padre y la gran concurrencia de nobles, guerreros y vasallos a más de la numerosa legión de las vírgenes del "Sol-Dios".
Presentes y listos el Rey Cacha y su hija la Princesa Pacha y toda la élite imperial, seguían ascendiendo por un hermoso “caracol” lujosamente adornado y enchapado en oro, subían en un orden riguroso a la gran explanada ubicada en la cima de la majestuosa colina histórica “Orosco-Tola”, en la que tendrá lugar la gran ceremonia del “Equinoccio”, el Inti-Raimi y las vendimias, o sea un día especial señalado en los calendarios aborígenes de adoración a su “Dios-Sol”. Toda la concurrencia ocupó en orden de niveles al contorno explanada hermosa en las alturas, dando un espectáculo imponente, circundaban a su paso al tenor de una música que alteraba con las circunstancias majestuosas del momento con la presencia del primer personero imperial del Rey Cacha y la reluciente Princesa Pacha su hija la numerosa presencia de las “Vírgenes del Sol”, la presencia de los nobles y la élite social y en este orden la gran presencia de los vasallos del Rey, entre los que figuraba nuestro personaje José Manuel Sani que fue listo en coordinar todos los movimientos igual que los demás.
En este orden todos seguían un ritmo uniforme y armonioso que en plenitud, irradiaba el Dios Sol sus rayos solares a la vez exteriorizaban su "adoración' ofreciendo su acción de gracias por la abundancia de frutos que el "Dios Sol les prodigaba; y por todos estos beneficios recibidos, expresaban: Reconocemos además que todo ello se debe a tu bondad de cobijarnos con el suave manto de tu calor solar que irradias a la tierra, tonificando en ello un baño saludable que fortifica la salud y la existencia de nosotros pobres indígenas. Y así, en breves momentos se interrumpía este ritmo ceremonial con otros cambios entre danzas, cantos, bailes, y aún de rodillas con los brazos extendidos hacia arriba con las manos en pose de imploración a su "Dios" que los ve y los alumbra.
Cada ritmo especial, se distinguía por su melodía apropiada al caso, ya sea el cambio de movimiento corporal en sus extremidades o el tronco mismo del cuerpo, lucían por la uniformidad y elegancia hasta esta última magna ceremonia de las "Vendimias" cubría este ritual elevado en alto sus pequeños recipientes con frutas naturales en acción de gracias a su "padre" Sol que los miraba y abrigaba.
Antes de finalizar, hay que anotar que todo el trajinar suntuoso de este solemne festival, nuestro personaje José Manuel Sani presenció y actuó con mucha avidez todas las solemnes incidencias de este acto grandioso Fue tan inteligente, que hábilmente coordinó con todos los movimientos, cambios y cánticos de los asistentes, por lo que se mereció el aprecio y gratitud de los mismos.
Al final de esta larga e importante ceremonia ritual volverían al interior del palacio dejando atrás la gran explanada que cubre la cima en las alturas vistosas de la histórica Colina de "Orozco-Tola", que sirvió de teatro de adoración a su "Dios, padre Sol", bajaban en perfecto orden por el indicado hermoso caracol, y, antes de conducirle a la Princesa Pacha en cortejo a su palacio adjunto a pocos pasos al frente oriental, se desarrolló un sugestivo programa de despedida ante el Rey Cacha y su hija la Princesa, de parte de toda la concurrencia en el propio Palacio del rey.
Así fue, se desarrolló un selecto programa rindiendo el tributo de su homenaje de su permanente servicio, amor y lealtad a su soberano el Rey Cacha y su hija la princesa Pacha.
Al término de la fiesta, todo el "señorío" se despidió y se ausentó del palacio, y cuando estaba vacío, a cierta distancia en el salón real notaron que alguien dormía en un asiento y, al constatar de quien se trataba, había sido el "huésped de honor" José Manuel Sani, quien se había quedado profundamente dormido en su asiento.
Al verlo así el Rey Cacha ordenó que dos guardias guerreros fuesen a dejarlo en su casa que estaba cerca de allí, cosa que se cumplió fielmente, hasta entregarlo a su familia, quien al siguiente día despertó entre la mañana inquieto y sonriente al recordar su participación directa con todo el grandioso acontecimiento celebrado en la noche y día anterior, con motivo del solemne festival del Equinoccio y las Vendimias, cosa que le llenó de mucha emoción y grandes recuerdos que no cesó de contar a su familia, vecinos y cuantos amigos y particulares encontraba y éstos igualmente contaban a los suyos y cuantos amigos y parientes y así sucesivamente adelante hasta nuestra época se va propagando esta hermosa y significativa tradición histórica aborigen acaecida en nuestro solar nativo de Andrade Marín, mediante la oportuna investigación, que la final quedó al descubierto una auténtica tradición histórica que será acogida con beneplácito por el presente y la posteridad, a través de esta leyenda aborigen.
Fachada del Cementerio de Andrade Marín.
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